Que sería ya, mi madre se pasaba el día gritándome. Salí de mi cuarto y fui perezosamente al salón.
-Dime, ¿qué pasa?
-¿Qué horas son a las que viniste anoche?
-Se me hizo tarde, mamá. Pero creo que por 15 minutos no pasa nada, ¿eh?
-No te pongas chula. Esta noche no sales.
-Pero... pero... ¡Mamá! ¡No! Esta noche ya tenía planes.
-Me da exactamente igual.
Bufé y me fui a mi cuarto. Me parece injusto. Solo había llegado 15 minutos tarde. No se que le pasaría pero últimamente estaba insoportable. Me tumbé en la cama y decidí mandarle un mensaje a Alice.
'Nos vemos esta tarde, mi madre no me
deja salir por la noche, lo siento...'
Pasé la tarde junto a Steeven y Alice. Me encantaban, estaban tan enamorados... y felices. Salió el tema
del chico de la fiesta.
-¡Es un obseso del sexo! Ayer por la tarde pretendió que folláramos en medio del bosque. ¿Vosotros lo veis normal?
-¿En serio?- Alice no paraba de reírse.
-Ese chico está un pelííín necesitado
-¡Que va! - solté irónicamente - Es estúpido, yo me liaré con él, pero que sueñe que me va a tocar.
Alice seguía sin para de reír. Llegó la hora de irme a casa y decidí llegar a la hora, no quería estar otro día más sin salir.
-Hola - dije cabreada y subí a mi cuarto.
No sé si respondió, ni me importaba. No tenía hambre así que me acosté en la cama y me puse a pensar. Creo que seguiré a líos con es chico, pero no haré nada con él. Quiero ser libre y no prohibirme ser feliz.