11.9.12

Capítulo 12. Sola.

   Cuando entré en mi casa mi madre no estaba, ¿para esto me hace venir pronto? Había dejado una nota encima de la mesa del comedor:

           "He ido a tomar un café con unas amigas.
     Te puedes hacer para cenar una ensalada que
     hay en la nevera.
           Mamá"


    Encendí el portátil y fui a la cocina. Me preparé la ensalada y fui al comedor. Mientras cenaba chateaba con unos amigos, se abrió una nueva ventanita que decía "hola", era Alice. Le pregunté si quería venir un rato a mi casa que no estaba mi madre. Tardaría 10 o 15 minutos, mientras recogí un poco y busqué una película. Nada romántico, no era la que necesitaba. quedaban 5 minutos para que llegara Alice y vi anunciar una película dentro de 15 minutos. Era de un tío que iba de hotel en hotel en busca de historias de terror. Trata de una de ellas. Se llama "1408", el número de la habitación del hotel.
Sonó el timbre. Le abrí, subió y se sentó en el sofá.

-¿Quieres palomitas?-le dije desde la cocina.

-¿Pero vamos a ver una película o algo?

-¡Claro!

-Ah, pues sí.

    Las metí en el microondas y fui al salón. Vi a Alice que tenía la nota de mi madre en la mano.

-Muy original tú madre, ¿eh?-nos reímos.

-Si, ya ves.

-Bueno, ¿y que vamos a ver?

-1408.

-¿Es de miedo?

-No sé-algo raro-fui a por las palomitas.

    Cuando me acerqué al portátil me habían llenado de mensajes. Me despedí de la gente más importante y lo apagué.
    Nos sentamos en el sofá, frente a la televisión y justo empezó la película. Nos pasamos la gran mayoría de la película hablando, se alegraba mucho de que estuviera mejor, de que me relacionase. Me lo pudo repetir mil veces al cabo de  a noche. Eso sí, acabé llorando.
    Se acabó la película y era la 1.

-¡Joder! Le dije a mi madre que como muy tarde estaría en casa a las 00:30. Por cierto, la próxima vez romántica.

-¡Claaaro! Lo que me faltaba... Anda, ¡vete! Que no llegas, tonta-me reí.

-Vale, vale... Pero más tonta eres tú y no te digo nada-me sacó la lengua mientras se reía-¡Te quiero, tonta!-nos abrazamos-Xao.

-¡Bye!

    Cuando se fue no sabía que hacer. Me fui a la cama y me puse a leer y me acabé durmiendo. Estaba cansadísima.